Se trata de una nueva tendencia que crece en el país y en Europa. La posibilidad de utilizar productos orgánicos en los cultivos y de carácter certificado son prácticas que marcan el camino hacia un futuro más sostenible. En Misiones, la ley de Bioinsumos, marcó un precedente en distintas escalas.
La producción de vinos orgánicos crece en el país y son tendencia en países como España y Francia. En la misma línea, además de sus bondades y aceptación como bebida tradicional, comenzaron a sumarse a los nuevos paradigmas de cultivos con visión sostenible.
El vino orgánico es el producto hecho a base de uvas cultivadas orgánicamente y certificadas como tal, esto quiere decir que fueron utilizados productos químicos de síntesis en el proceso de cultivo y vinificación. Además disponen de un manejo eco amigable del agua y los recursos naturales.
Otra de las nuevas tendencias que se suman a esta bebida son las de carácter biodinámico. En este sentido lleva la agricultura ecológica un paso más allá, siguiendo el calendario lunar y astronómico (calendario biodinámico) como guía de los ciclos naturales y planta hierbas sanadoras en el viñedo, como valeriana, ortiga, diente de león o manzanilla. Y se fertiliza mediante compuestos biodinámicos, como compost en cuernos de vaca enterrados.
Uno de los grandes factores que marcaron la evolución de los cultivos en general y que se replica a los vinos, es el uso de herbicidas orgánicos y libre de químicos. A la corta y a la larga brinda resultados más que saludables a sus productos y al ecosistema en el que se convive.
El método europeo
En el Viejo Continente, algunos productores volvieron a las raíces y empezaron a elaborar vinos con un método de otras épocas: uvas orgánicas, cosechadas de forma manual y sin agregados durante el proceso de vinificación.
Hace algunos años, el Institut National de l’Origine et de la Qualité (INAO), organismo encargado de regular las denominaciones de origen controladas, estandarizó las características que debe tener un vino para ser calificado como “Vin Méthode Nature”. Por ejemplo, la elaboración a partir de uvas orgánicas certificadas, el uso de levaduras indígenas y la prohibición absoluta de aditivos.
En este sentido, tanto en España, como en Francia e Italia, la utilización de elementos orgánicos para cultivo y el ahorro de utilizar otros agroquímicos, reviste un menor costo, por lo que el producto final incluso, es más económico para el consumidor.
La Ley de Bioinsumos, un precedente que mira el mundo
En junio del 2023 la Legislatura Misionera promulgó la Ley de desarrollo y producción de bioinsumos. Este fue un hito significativo en la agricultura sostenible ya que mostró un marcado cambio de paradigma en las prácticas agrícolas.
Impulsada por Carlos Rovira, la iniciativa no solamente promueve el bienestar del entorno y de las personas, sino que también sitúa a los productores misioneros en la vanguardia de un modelo agrícola disruptivo y comprometido con la innovación. Este fue el punto de partida hacia la sustentabilidad agroindustrial.
En este sentido, desde Europa y otros sitios del mundo, los consumidores se suman a los modelos de producción orgánica y sostenibles en el tiempo. Sucede con bienes como la yerba mate, el té, y en este caso con la producción de vinos.
Fuente Forbes.