El sacerdote, que fue condenado a 15 años de prisión por dos episodios de abuso sexual infantil, seguirá preso. Su condena termina en 2028.
La Justicia rechazó otorgarle la libertad condicional a Julio César Grassi. El sacerdote, de 68 años y condenado en 2009 por dos episodios de abuso sexual infantil, deberá cumplir su pena hasta 2028.
El Tribunal en lo Criminal N° 1 de Morón, conformado por los jueces Mariana Maldonado, Juan Carlos Uboldi y Claudio José Chaminade, resolvieron por unanimidad “no hacer lugar a la nulidad del dictamen” solicitada por el imputado, y denegar la libertad condicional “con especial mirada y ponderación sobre los derechos del niño”. Los fundamentos del fallo se darán a conocer el 2 de septiembre.
“(Los jueces) Tomaron los fundamentos que nosotros expusimos. Es un fallo acorde a la legislación argentina. Es una satisfacción para nosotros y un alivio para las víctimas”, resumió Juan Pablo Gallego, abogado querellante, tras la decisión de la Justicia.
Grassi había reclamado su excarcelación bajo el argumento de que alcanzó más de dos tercios de la condena en prisión. En la previa a la audiencia de este jueves, Gallego había hecho hincapié en que el Código Penal excluía de ese beneficio procesal a quienes cometieron delitos contra la integridad sexual.
Pasadas las 11, el Tribunal en lo Criminal N°1 de Morón comenzó a analizar el pedido del cura. La jueza dispuso 15 minutos de exposición para las partes, y el primero en tomar la palabra fue Grassi. Sin embargo, dijo que se sorprendió por el poco tiempo que le dieron para fundamentar su pedido y solicitó un cuarto intermedio breve.
Al regresar, aseguró que es “inocente” y mencionó varios casos donde se condenaron a personas que no habían cometido ningún delito. “Muchas veces, un error judicial puede llevar a una persona inocente a la cárcel”, fue su argumento.
“Hay una continuidad en la vida de una persona, si durante todo el proceso y la condena me he comportado procesalmente como corresponde, será también en la externación que me comportaré como corresponde. Señores jueces, quédense tranquilos y denme las exigencias que me quieran dar”, amplió.
“Voy a hacer un nuevo proyecto de vida. Voy a ser útil a la sociedad, si la Iglesia me lo permite”, remarcó el condenado a través de una plataforma virtual. “Solicito la libertad condicional con las condiciones que me imponga el propio tribunal”, dijo en sus última intervención.
Más temprano, tanto la querella como el fiscal de ejecución Mario Ravizzini habían solicitado que Grassi siga detenido hasta que cumpla la totalidad de la condena.
Sergio Piri, abogado de uno de los particulares damnificados, remarcó que el sacerdote se negó a la realización de la pericia psicológica pese a que era un requisito fundamental en este proceso. La querella puso el foco también en que Grassi “no muestra arrepentimiento”, dado que insiste en su inocencia ante la condena por abuso sexual infantil.
El caso del padre Grassi
Grassi cumple la condena en el pabellón especial para presos con buena conducta de la Unidad 41 de Campana, donde se recibió de abogado en abril de 2023. Luego de obtener el título, el cura resolvió representarse a sí mismo y desplazar a su equipo de abogados, que habían formulado en septiembre del año pasado el primer pedido de libertad condicional.
A lo largo de los años, la defensa de Grassi fue presentando distintas impugnaciones. En 2010, la Sala II del Tribunal de Casación Penal bonaerense confirmó la sentencia condenatoria.
Tres años más tarde, la Corte bonaerense rechazó los recursos extraordinarios y, ya en 2017, la Corte Suprema de la Nación dejó firme la condena tras declarar inadmisible un nuevo recurso interpuesto por la defensa del religioso.
Cumplido este proceso, se realizó el cómputo de la pena, fijada inicialmente hasta agosto 2026 por la aplicación de la figura procesal conocida como “dos por uno”, que estableció que las personas con prisión preventiva durante más de dos años tenían el derecho a compensar la demora del Estado en llevarlas a juicio a través del cómputo doble del tiempo en exceso que permanecieron en prisión sin haber recibido condena.
En el caso de Grassi, el cálculo quedó bajo revisión de la Cámara de Apelaciones de Morón, que en junio del año pasado declaró la inaplicabilidad de ese beneficio y ordenó fijar la culminación de la condena para el 30 de mayo del 2028, tomando como fecha base la detención del cura, ocurrida en 2013.
El Código Penal, en su artículo 13, determina que los condenados a prisión por más de tres años con dos tercios de la pena cumplida “podrán obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento -penitenciario- e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social”.
El 10 de junio de 2009, Grassi fue condenado por el Tribunal en lo Criminal N° 1 de Morón a la pena de 15 años de prisión por los delitos de abuso sexual agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda del menor víctima, tras una investigación de “Telenoche Investiga”, por eltrece.
Fuente TN