Sonia Brandt, terapeuta nutricional, señaló que uno de los desafíos es seguir consumiendo alimentos crudos en esta etapa, donde las personas tienden a inclinarse por las comidas frías. También, destacó la importancia de la salud mental en la buena alimentación.

Los días de frío despiertan las ganas de comer, muy a menudo. Sobre todo, comida caliente, que resulta en ocasiones poco conveniente para la salud.

Los especialistas sostienen que no está mal darse con algunos gustos, pero lo conveniente es consumir aquello que además de saciar las ganas aporten todo lo que el organismo necesita para un óptimo funcionamiento.

La licenciada Sonia Brandt, especialista en terapia nutricional, ratificó que en invierno las personas optan por comidas calientes, en la etapa que se necesitan alimentos crudos para tener buena defensa.

Debido a lo anterior, indicó que uno de los desafíos en la alimentación con las bajas temperaturas es incorporar frutas y verduras a las comidas. “Se pueden hacer infusiones, en lugar de mate cargado de yerba, un mate más medicinal, con anís, manzanilla, cola de caballo… También consumir te verde, por su nivel de catequina, son protectoras a nivel cardiovascular”, explicó.

“Somos seres vivos y funcionamos en base ciclos circadianos. En relación a la luz solar, tenemos liberación de ciertos neurotransmisores de químicos que se desprenden del intestino y del cerebro. El estado de ánimo depende de cada estación y por ende la tendencia de canalizarlo por la vía oral… Es importante para tener una alimentación es  sanar desde la raíz los problemas que vienen desde la niñes”.

Más recomendaciones

En los días de frío es recomendable optar por vegetales grillados, sopas de verdura, soufflés, budines, vegetales al horno, puré, tortillas, terrinas, ensaladas tibias, guisos de legumbres y carnes desgrasadas. En cuanto a las frutas, una buena opción en invierno es preparar compotas o fruta asada al horno. Se pueden comer solas como colación o postre, o agregarla en preparaciones como algún budín casero o panqueques.

Algo muy común del invierno es que se beba menos agua. La botellita que suele acompañar durante los días de calor queda guardada en la alacena, y se bebe líquido solamente en las principales comidas. Una buena opción es aumentar el consumo de infusiones como mate o té, aunque no te olvides que el consumo de agua sigue siendo fundamental y esencial para tu organismo. También, se puede optar por sopas o caldos, aunque la recomendación es que se eviten aquellos que son comerciales ya que al ser un producto ultra procesado, suele tener mucho sodio y otros aditivos innecesarios en tu alimentación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente MOL