La intención es que puedan jubilarse a los 50 años con el 85% del salario de bolsillo, justificado en las duras condiciones de vida que debieron sobrellevar durante muchos años para ejercer esa actividad

Un grupo de guardaparques presentó en la Legislatura provincial, por tercera vez en los últimos años, un proyecto que busca crear un régimen de ventana jubilatoria exclusivo y particular para los trabajadores de esa actividad.

La iniciativa fue elaborada por los mismos trabajadores e incorporada sobre tablas, en la sesión del pasado 16 de junio, por la diputada del Partido Agrario y Social, Blanca Álvez, con pedido de tratamiento preferencial, y cuenta con respaldo del gremio estatal ATE.

Se trata del tercer intento de lograr la aprobación de una ley que cree un régimen jubilatorio especial para los primeros guardaparques provinciales. Aseguran que tiene carácter explícitamente reparatorio hacia quienes desempeñaron la profesión en los primeros tiempos de la creación del sistema provincial de Áreas Naturales Protegidas.

“Un reconocimiento hacia los viejos guardaparques que son los primeros, los que más sufrieron en el monte”, lo definió Javier Báez, guardaparque que es Secretario General Adjunto de la Seccional San Pedro de ATE Misiones.

El régimen especial propuesto contempla la posibilidad de que los guardaparques se jubilen a partir de los 50 años y establece el tiempo de aportes mínimos continuo o discontinuo al régimen previsional provincial.

Asimismo, establece que el haber jubilatorio consistirá en un 85% de la remuneración total correspondiente al cargo desempeñado al momento de la cesación definitiva en el servicio. También dispone una bonificación del 50% para quienes “en forma real y operativa, durante 3 años continuos o 5 años discontinuos, a tareas de control y vigilancia en parques provinciales y/o áreas que hayan gozado de una protección equiparable a las establecidas en la Ley XVI – Nº 29 (Antes Ley 2932), durante el período comprendido entre los años 1984 y 1993 (art 5)”.

Se trata de un grupo de 16 “baqueanos” o “prácticos”, quienes fueron elegidos para su labor por su conocimiento del monte o del terreno antes de la creación de la carrera de Guardaparques.

En los fundamentos del proyecto se describen detalladamente las durísimas condiciones en que esos primeros guardaparques ejercieron su tarea y el hecho de que muchos de ellos no han podido reunir condiciones mínimas para jubilarse o bien, necesitan una legislación adecuada para poder hacerlo en mejores condiciones.

El origen de esa situación desventajosa reside en la falta de un Estatuto propio de su actividad, por lo cual los guardaparques son encuadrados como trabajadores administrativos y no se contemplan aspectos específicos de su actividad.

“Estos primeros agentes, incorporados en la década de los años ochenta, tuvieron las condiciones laborales no sólo más precarias, sino también más adversas que se recuerdan: aislamiento geográfico, viviendas precarias, carencia de electricidad y de agua potable, y otras condiciones insalubres (…) En cuanto a su dedicación laboral, hablamos de una entrega mensual promedio de 20 días, puestos de trabajo rotativos mensualmente, y una serie de otras condiciones que escapan a lo que establecen las normativas laborales. El trabajo de Guardaparque exigía a estos empleados públicos de manera superlativa, siendo de la menor categoría existente en la repartición”, se detalla en los fundamentos del proyecto de ley.

Diego Ciarmiello, guardaparque, dijo que “económicamente no mueve la aguja para la provincia y sería una reparación muy justa”.

“Si ellos usan la ventaja jubilatoria del empleado público perderían mucho dinero de bolsillo, es por eso que aún siguen trabajando, porque no están en condiciones de resignar parte de sus ingresos para vivir”, sostuvo y agregó que “necesitamos el apoyo del bloque renovador que tiene mayoría para aprobarlo”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente Primera Edicion