La madre recibió cuatro transfusiones intrauterinas. El procedimiento se llevó adelante en el Hospital Materno Neonatal de Posadas. Intervinieron ecógrafos, neonatólogos, obstetras, genetistas, cardiólogos y pediatras, quienes hicieron posible la continuidad del embarazo.
Sin las transfusiones intrauterinas y la atención integral que le brindó el Hospital Materno Neonatal de Posadas, Marcia Kozaczek no hubiera dado a luz a Valentina, su tercera hija. Hace varios meses, llegó a la unidad de medicina fetal del Materno Neonatal con un diagnóstico poco frecuente. Cursaba un embarazo de 23 semanas y con pocas posibilidades de tener a su bebe. Había sido derivada debido a que su bebé presentaba un cuadro de anemia fetal grave.
Durante el tratamiento, la beba recibió cuatro transfusiones intrauterinas. Todas bajo la constante supervisión del equipo médico, que tomó las decisiones precisas para la continuidad de un embarazo que parecía inviable. La paciente, oriunda de Aristóbulo del Valle, fue derivada desde una clínica privada de Oberá al Hospital Materno Neonatal. El diagnóstico implicaba riesgos para la continuidad del embarazo. Marcia Kozaczek cursaba las 20 semanas de gestación cuando le detectaron un cuadro de anemia fetal severa.
Tras el ingreso de Kozaczek, la unidad de medicina fetal del nosocomio estudió el caso clínico. El equipo de profesionales lo conforman especialistas ecógrafos, neonatólogos, obstetras, genetistas, cardiólogos y pediatras. También, lo integran especialistas en salud mental y servicio social. Después de analizar la situación, plantearon un procedimiento e intervención poco habitual que resultó exitoso. La embarazada y su bebé recibieron cuatro transfusiones intrauterinas. La beba nació prematura, con 35 semanas, sin anemia y fue dada de alta.
Causa de la anemia fetal
Dos médicas del equipo profesional que atendió a la madre dialogaron con Canal12misiones.com. Ellas son Andrea Canteros Leyes, especialista en obstetricia y ginecología, y Manuela Goizueta Estevanez, especialista en diagnóstico por imágenes, quienes brindaron detalles del diagnóstico y las intervenciones médicas realizadas.
La transfusión intrauterina es un procedimiento que se hace en quirófano y consiste en pasarle sangre al bebé al interior del útero. “En el caso de Marcia, su bebé presentaba una anemia grave y todavía no estaba maduro”, explicó Cantero Leyes.
El diagnóstico de anemia fetal grave suele presentarse cuando la mamá tiene un tipo de sangre diferente al del bebé. “Esto puede producir la isoinmunización, se trata de la producción de anticuerpos maternos, que atraviesan la placenta y generan la hemólisis. Es decir la destrucción de los glóbulos rojos fetales. Estos al ser destruidos generan la anemia fetal”, precisó Goizueta Estevanez.
Cada transfusión tuvo un objetivo claro
La primera transfusión a Kozaczek, a la semana 23 de gestación, tuvo como objetivo darle una oportunidad al embarazo. En ese entonces era poco viable, debido al alto riesgo que significaba el cuadro clínico.
Al principio Marcia tuvo miedo. Con seguimiento, contención e información decidió continuar con los procedimientos. Estuvo de acuerdo con las sugerencias del equipo de salud. “El diagnóstico de anemia fue muy incierto, no sabía muy bien de qué se trataba, ni cómo iba a hacer el avance de todo”, relató Marcia en diálogo con Canal 12. Recordó que cuando comenzó a atenderse en el Neonatal los médicos le explicaron la causa de la anemia y los riesgos de que el bebé no soportara la transfusión o que naciera antes.
En la semana 26 de gestación, los médicos detectaron que sería necesario realizar una segunda transfusión. “Porque la sangre transfundida y los glóbulos rojos tienen una vida media, debido a que siguen expuestos a los anticuerpos que atraviesan la placenta y los destruyen”, explicó Goizueta Estevanez.
Los dos procedimientos iniciales fueron exitosos. Con las transfusiones intrauterinas se lograron hematocritos y niveles de hemoglobina que no tenían signos de anemia.
Evitar la prematurez
Las siguientes transfusiones apuntaron a evitar una prematurez extrema y la mortalidad del bebé. Con la cuarta transfusión, que decidió la unidad de medicina fetal, en la semana 34 del embarazo, se buscaba evitar que nazca un bebé anémico. “Fue muy cerca de su nacimiento, ya que nació con 35 semanas. La hicimos para que cuando naciera no necesitase recibir transfusiones fuera de la panza. Y así fue, nació Valentina con buena hemoglobina, buen hematocrito y sin necesidad de más transfusiones”, señaló la ginecóloga.
Para el equipo médico del Hospital Materno Neonatal es una satisfacción todo el procedimiento y los resultados obtenidos. “En cada intervención fuimos más ambiciosos con los objetivos y estamos orgullosos del gran equipo humano del hospital”, expresó Goizueta Estevanez.
La atención integral a la paciente Marcia Kozaczek fue posible mediante el trabajo organizado con el Banco de Sangre, que consiguió los donantes. Fue esencial el trabajo conjunto con el personal de quirófano, el servicio de obstetricia y de neonatología y la unidad de medicina fetal. “Todos participamos y estuvimos muy en contacto para ver cómo seguían los controles. A Valentina se le transfunde sangre al interior del útero, a través del cordón umbilical, guiados por la ecografía”, precisó la especialista en imágenes.
Importancia de determinar grupo y factor en el embarazo
Una de las primeras pruebas que debe hacerse una embarazada es un análisis de sangre para determinar su grupo sanguíneo. En esta prueba se analiza tanto su grupo sanguíneo como su factor Rh. Este desempeña un papel importante en la salud del bebé. Por eso, es importante disponer de esta información desde el principio del embarazo.
Si la incompatibilidad Rh se detecta y se trata al principio del embarazo, no genera ningún problema en la madre ni en el feto. El factor Rh es una proteína que se encuentra en algunos glóbulos rojos. Las personas que tienen esta proteína en los glóbulos rojos, son Rh positivas. Las personas que no son portadoras de esta proteína son Rh negativas.
Cuando la futura madre y el futuro padre no son los dos Rh negativos o Rh positivos, esto recibe el nombre de incompatibilidad de Rh.
La incompatibilidad de Rh no suele ser un problema si se trata desde el primer embarazo. De esta forma, la sangre del bebé no entra en el sistema circulatorio de la madre. De ocurrir el contacto, el organismo de la madre identificará la proteína Rh como una sustancia ajena y podría empezar a fabricar anticuerpos (proteínas que actúan como protectoras ante la entrada de células extrañas en el cuerpo) contra la proteína Rh.
Anemia fetal, poco frecuente
La anemia fetal en la actualidad no es algo muy frecuente, según las especialistas. El protocolo indica que, a toda madre RH negativo, se le debe inyectar gammaglobulina para que la isoinmunización no se produzca. En el caso de Marcia Kozaczek, ella se encontraba en su tercera gestación y el cuadro de anemia fetal fue consecuencia de la sensibilización en embarazos previos.
“Marcia tiene sangre factor 0 RH negativo, en algún momento de su vida se sensibilizó. Es decir su sangre tomó contacto con el antígeno que ella no tiene y es lo que afectó al bebé”, aclaró Cantero Leyes. Cuando la madre tiene RH negativo se realiza un estudio que se llama CUMS . “Por lo menos tres veces, durante el embarazo, se debe controlar a la persona gestante para prevenir la anemia fetal que es una de las complicaciones que genera”, indicó.
El éxito clínico: recursos humanos y tecnología
Hace varios días, Valentina y su mamá fueron dadas de alta y están en su casa con su familia. La beba puede hacer una vida normal, porque la situación de riesgo era al interior del útero. “Una vez que nació dejó de tener anemia y la exposición a los anticuerpos de la mamá”, celebraron las doctoras.
Para la obstetra Canteros Leyes, este caso fue un éxito por el rol que cumplió el Banco de Sangre. “Valentina tuvo dos padrinos, quienes le donaron sangre para transfundir, que ella necesitaba”, comentó.
Marcia Kozaczek, la mamá, agradeció profundamente a los donantes. “Tenía que ser un tipo específico. Gracias a ellos hoy tengo a mi hija en brazos”, relató emocionada. La paciente también destacó la atención de los médicos. “Me atendieron muy bien y el equipo era grande”, dijo.
Canteros Leyes manifestó: “verle a Marcia con la beba en brazos es una satisfacción enorme”. En obstetricia, consideró que la importancia está en el resultado de los controles y los procedimientos. “La imagen de la mamá con su beba, después de cuatro transfusiones, de riesgos de muerte intrauterina y de un embarazo inviable, nos anima a ponerle ganas y darle a todas las pacientes la atención que el hospital ofrece”, remarcó la obstetra.
La especialista en imágenes Goizueta Estevanez destacó: “el Hospital es muy rico en recursos humanos. Tenemos la fortuna de contar con una estructura edilicia que nos acompaña y con tecnología aplicada a la salud, de última generación”.
Lograr que un embarazo inviable finalice con el nacimiento del bebe es posible, en Misiones. Porque cuenta con un gran equipo de profesionales de la salud, la tecnología, innovación e infraestructura en el Parque de la Salud.
Fotos: Marcos Otaño
Fuente Canal Doce