Luego de más de ocho meses, con avances en las obras y planificaciones de su reapertura, finalmente desde Parque Nacional Iguazú, Iguazú Argentina SA y la Administración de Parques Nacionales anunciaron la reapertura del balcón “Garganta del Diablo” para el próximo 13 de julio. Esto fue anunciado ayer, tras las últimas verificaciones de seguridad de las reparaciones efectuadas en el circuito.
“Estamos muy contentos de tener este circuito listo para la temporada de julio, donde recibiremos a muchos visitantes del país. Venimos de unos meses de trabajo intensivo entre la concesionaria, la Administración de Parques Nacionales y todos los involucrados”, dijo al respecto Carol Da Rosa, gerente general de Iguazú Argentina SA
Al ser consultada acerca de si se ampliaría el balcón de Garganta, Da Rosa dijo que si bien está prevista “por ahora reabrimos la misma estructura que estaba antes y que fue afectada por la última creciente” y aclaró que “para hacer una ampliación necesitamos niveles del río bastante bajos, lo cual no ha sido posible hasta ahora. Sin embargo, reconstruimos todas las pasarelas afectadas por la creciente”.
En cuanto a la seguridad, remarcó que “todas las obras se realizan con protocolos y son fiscalizadas por el INTI, avalado por la Administración de Parques Nacionales. Ya se hicieron auditorías iniciales y determinaron que el circuito cumple con las medidas de seguridad y está apto para la reapertura”.
“Hemos trabajado en mejorar la parte central y de recepción al visitante, triplicando la capacidad de los sanitarios y reconstruyendo 400 metros de vías del tren ecológico de la selva. También reestructuramos completamente el local comercial del circuito de Garganta y mejoramos los sanitarios del mismo”, agregó para luego resaltar que “todas estas mejoras proporcionarán una mejor experiencia y mejores instalaciones para los visitantes. Es un milagro poder contar con un circuito habilitado en solo meses de trabajo, considerando que sin los sistemas de pasarelas diseñados específicamente, estaríamos hablando de un circuito cerrado por años”.
Cabe recordar que, en aquel momento, debido a la crecida histórica del Río Iguazú, que alcanzó un caudal nunca antes visto, la potencia de la corriente terminó dañando un 90% de las pasarelas y el balcón de la “Garganta del Diablo”. El fenómeno natural también arrasó con el área gastronómica, los sanitarios de la Estación Garganta y un tramo de las vías férreas por donde circula el Tren Ecológico de la Selva.
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