El 8M se volvió bandera en Argentina y en otros países del mundo ya que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha que recuerda y reivindica el trabajo por la igualdad y los derechos de las mujeres. Es una jornada para reflexionar, concientizar y debatir sobre los derechos conquistados, los que faltan, y sobre la situación de la mujer en pleno siglo XXI.

El Día Internacional de la Mujer busca informar, concientizar y discutir sobre las problemáticas actuales que afectan a las mujeres, tanto en el ámbito económico, como en el político, sanitario, científico y social. El 8M es, hace décadas, un día de encuentro en distintos puntos del país, donde mujeres de todas las edades se movilizan reclamando sus derechos.

Como todos los años, desde las diferentes organizaciones internacionales se busca continuar con la reivindicación de los derechos de la mujer. En esta oportunidad, desde la Organización de Naciones Unidas (ONU), el lema elegido es “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”.

 

Este lema está en especial sintonía con el tema central del Sexagésimo séptimo período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer: “La innovación y el cambio tecnológico, y la educación en la era digital para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”.

 

“Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”

Bajo este lema, y con diferentes propuestas a nivel internacional, la ONU plantea lograr un cambio de paradigma en el uso de las tecnologías y el mundo digital. Cabe destacar que anualmente se selecciona un tema central para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, haciendo un llamado a tratar este tema en diferentes lugares del mundo.

 

La campaña elegida para este año 2023 tiene como finalidad destacar la importancia de proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales, para que puedan hacer uso del espacio de manera segura, generando acciones orientadas a erradicar la violencia de género en línea.

 

Pretendiendo reconocer y homenajear a aquellas niñas, mujeres y organizaciones feministas que apoyan los avances de la tecnología transformadora, así como el acceso a la educación digital que contribuyan a acortar la brecha digital de género disminuyendo las desigualdades sociales y económicas.

 

Otro aspecto relevante radica en la incorporación de las mujeres y grupos marginalizados tradicionalmente a la tecnología, promoviendo la igualdad de género, basados en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Con ello se fomentará una educación digital e inclusiva para un futuro sostenible.

Incorporar de forma transformadora la perspectiva de género en la innovación, la tecnología y la educación digital ayudaría a que las mujeres y las niñas tomen mayor conocimiento sobre sus derechos y a potenciar el ejercicio de estos y su activismo.

Según el informe Gender Snapshot 2022 de ONU Mujeres, la exclusión de las mujeres del mundo digital ha recortado 1 billón de dólares del producto bruto interno de los países de ingresos bajos y medios en la última década, una pérdida que aumentará a 1,5 billones de dólares en 2025 si no se toman medidas. Para revertir esta tendencia será necesario abordar el problema de la violencia en línea, que, según un estudio realizado en 51 países, han sufrido personalmente el 38% de las mujeres.

 

Para poder hacer efectivo este trabajo durante el año 2023 se tiene previsto convocar a representantes de gobiernos de todas las naciones, sector privado, especialistas en tecnología e innovación, movimientos feministas y activistas por la igualdad de género. Escuchar sus experiencias, y sobre todo sus propuestas para poder obtener un mundo digital más inclusivo, con innovación y tecnología que permitan la igualdad de género.

 

Se abrirá un debate sobre las responsabilidades y el rol del ecosistema digital en el acceso a las herramientas digitales y la reducción de la brecha digital de género.

Lamentablemente, las oportunidades que abre la revolución digital también plantean el riesgo de perpetuar las dinámicas actuales de la desigualdad de género. Las crecientes desigualdades son cada vez más evidentes en el contexto de las habilidades digitales y el acceso a las tecnologías, una brecha digital que deja atrás a las mujeres. Por lo tanto, el desarrollo de una educación digital e inclusiva y una tecnología transformadora constituye un requisito fundamental para un futuro sostenible, según lo expresa la ONU.

 

La brecha digital en Sudamérica

 

En un mundo marcado por el acceso a las nuevas tecnologias y  la innovación, en un estudio realizado en América Latina y Caribe en 2020, 244 millones de habitantes no accede a servicios de internet, con una profunda brecha de género (IICA y BID), donde las mujeres son las que menos acceso tienen.

Por otro lado, 4 de cada 10 mujeres no están conectadas y/o no pueden costear una conectividad efectiva, generando un retraso en sus procesos de aprendizaje y de empoderamiento.

 

Según un informe difundido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el costo asociado de la canasta básica digital puede representar un porcentaje significativo del ingreso de los hogares, sobre todo en los más pobres. En algunos casos, alcanza un 44% de los ingresos mensuales.

Las mujeres y niñas tienen 25% menos de probabilidades que los hombres de tener suficientes habilidades digitales para aprovechar la tecnología digital para uso cotidiano (UNESCO, I’d Blush if I Could, 2022).

 

A nivel mundial, el 28% de los graduados en ingeniería y el 22% de los trabajadores de

inteligencia artificial son mujeres, mientras que en la educación formal de las escuelas a las niñas les va tan bien como a los niños en ciencias en la mayoría de los países. (Unesco, 2021), destacándose en el trabajo en equipo con otras niñas y adolescentes, generando proyectos innovadores que de concretarse generaran cambios significativos en la educación del mundo.

 

Día Internacional de la Mujer: ¿cuál es la situación en Argentina?

 

Según un informe del 2022, del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, las mujeres ganan en promedio un 28,1% menos que los varones, y están más expuestas a realizar tareas informales que vulneren sus derechos laborales.

 

Otro documento registra que, en el 2022, ocurrieron 233 femicidios, y hubo otros 425 intentos, en distintos puntos del país, según la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMalá). Sin ir más lejos, sólo durante enero de 2023 se registraron 22 femicidios en todo el país, de los cuales 19 fueron directos, 2 vinculados, y un trans/travesticidio. Además, hubo 50 intentos de femicidios.

 

Estas y otras cifras alarmantes despiertan el interés y el deseo de lucha de muchas agrupaciones, mujeres y familias, que buscan revertir esta situación y vivir en una sociedad más justa.

 

Con respecto a la tecnología y la innovación, las científicas son casi el 60% del total de los investigadores. Un ejemplo de ello es Adriana Serquis, una destacada investigadora en nanotecnología, quién en junio del 2022 llegó a la presidencia de la Comisión Nacional de Energía Atómica, donde el plantel de personal es del 35% de mujeres y en los puestos jerárquicos casi no había mujeres.

 

Historias detrás del 8M

Esta fecha tiene distintos antecedentes, especialmente en Estados Unidos y en Europa. Uno de los hitos se remonta a 1848, cuando las norteamericanas Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott reunieron a cientos de personas en la primera convención nacional por los derechos de las mujeres en Nueva York. El motivo: las mujeres estaban prohibidas de hablar en una convención contra la esclavitud.

De poder lograr este objetivo, esto traerá múltiples beneficios a escala mundial porque permitirá soluciones más creativas y tiene un mayor potencial para innovaciones que satisfagan las necesidades de las mujeres y promuevan la igualdad de género. Su falta de inclusión, por el contrario, tiene un costo enorme en la actualidad.

El 8 de marzo pero de 1908, ocurrió un suceso trascendental que marcó la historia de la lucha de las mujeres en el mundo. 129 mujeres fallecieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, luego de haber declarado huelga con permanencia en su lugar de trabajo. Las trabajadoras reclamaban reducción de jornada laboral, un salario igual al que recibían sus compañeros hombres por las mismas tareas, y mejores condiciones laborales.

 

El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran. Sin embargo, el resultado fue la muerte de las obreras que se encontraban en el interior de la fábrica.

 

El 3 de mayo de ese mismo año, se realizó en Chicago un acto por el día de la mujer, lo que motivó a que el 28 de febrero de 1909, en Nueva York, se conmemore por primera vez el “Día Nacional de la Mujer”.

También en Copenhague, Dinamarca, cientos de participantes de 17 países, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, decidieron organizar cada año una jornada de la mujer, a fin de reforzar su lucha por obtener el sufragio femenino universal.

 

Y si bien fue Clara Zetkin, líder del “levantamiento de las 20.000”, quien proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres fallecidas en la huelga de 1908, el 8M comenzó a tomar protagonismo en muchos países después de la Segunda Guerra Mundial. La ONU conmemoró el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer por primera vez en 1975, para, finalmente en 1977, fijar esta fecha como tal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes: Naciones Unidas / Filo News / Ministerio de Cultura de la Nación