Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte en nuestro país y en el mundo. 1,3 millones de personas mueren cada año a nivel mundial y, solo durante 2022, más de 6.000 personas perdieron la vida en Argentina por esta causa, según datos de la Asociación “Luchemos por la Vida”.
En el Día Nacional de la Seguridad Vial resulta imprescindible hacer foco en la educación desde la infancia para que, desde niños, tomemos conciencia del rol que ocupamos en la vía pública, ya sea como peatones, pasajeros o conductores. Este contenido debería ser una parte fundamental de la educación ciudadana para que fomente la cultura del respeto y la valorización de la propia vida y la de los demás, y promueva la seguridad en la vía pública con el propósito de prevenir accidentes y evitar las fatalidades.
Si nos comparamos con otros países, en Canadá, Suecia, España y Holanda el porcentaje de muertos por accidentes viales fue disminuyendo de forma gradual en los últimos 30 años, según un informe de la Asociación “Luchemos por la Vida”. En nuestro país, sin embargo, crecieron.
Lamentablemente, nuestra sociedad se caracteriza por tener una conducta transgresora, por lo cual aplicar medidas económicas favorece a concientizar, como es el caso de las multas por ingesta de alcohol o por no usar el cinturón de seguridad. Se espera que, con la implementación de la Ley nacional de alcohol cero al volante, los accidentes se reduzcan, ya que su consumo está implicado en la gran mayoría de los casos que provocan muertes o incapacidades. Toda normativa que haga que el manejar sea menos riesgoso, y que contribuya a la seguridad vial es positiva, porque reduce significativamente la posibilidad de siniestros fatales.
En la Argentina, particularmente, hay que continuar trabajando fuertemente en lo que se refiere a contribuir con un cambio cultural. En esta fecha que nos interpela como sociedad, es importante tomar conciencia del rol que cada uno ocupa en lo que al tránsito se refiere, para promover una conducta de respeto en la calle.
La educación vial es imprescindible para reducir estas cifras de mortalidad, debiendo incluir a todos los actores que participan, ya que es necesario no solo educar a los conductores de los distintos tipos de vehículos sino también a los peatones. Por ello, es necesario que se aliente a mejorar aspectos tales como hábitos de conducción, actitud frente al volante, conciencia de conductas peligrosas, responsabilidad como peatones, y fomentar las buenas prácticas.
La tecnología hoy le permite al conductor conocer su estilo de manejo y notificarlo sobre los comportamientos peligrosos tales como: frenadas, aceleraciones repentinas, aceleración en curvas, cambios de carril a velocidades excesivas, giros en U a velocidades elevadas, exceso de velocidad, entre otros. Contar con esta información, le facilitará la posibilidad de corregirlas y evitar así el riesgo de accidentes, además de alentarlo a realizar la conducción de una manera más responsable.
Para nosotros, como para todos, la vida es lo más preciado que tenemos, tanto del conductor como de todos los ocupantes del vehículo. Por ello, generar conciencia y hábitos que ayuden a evitar accidentes, es una tarea fundamental.
Fuente: Ámbito