
La solución está en tus manos:
Eliminá el agua estancada. ¿Tenés recipientes olvidados? Vacialos. 

Renová el agua de tus plantas y mascotas. Un pequeño gesto evitará un gran problema. 



Mantené tu patio limpio. Lo que no usás, no lo acumules. 

Cada acción, por más mínima que parezca, suma. Juntos podemos proteger nuestro hogar, a quienes amamos y a toda la comunidad.