La ley brinda un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementa la actual legislación (Ley 27.350) que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis. En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.
El presidente Alberto Fernández afirmó este martes en Casa de Gobierno que la promulgación de la Ley de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial “es otro triunfo de la sociedad contra la hipocresía”, en el marco de un acto en el que participó también el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
“El cannabis era para gran parte de la sociedad una palabra prohibida; pero las voces de unas madres llamaron la atención de muchos; podían resolver los problemas de la gente”, aseguró el Presidente al anunciar la promulgación de la Ley de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial.
Por su parte, al hacer uso de la palabra, Kulfas afirmó que la promulgación de la Ley generará el marco adecuado para fundar “una nueva industria” con calidad productiva, trazabilidad y generar desarrollo regional en muchas provincias de la Argentina.
El ministro reiteró la expectativa de que esta nueva actividad “facilite el acceso de la salud pero también al bienestar económico y al trabajo”.
Diputados convirtió en Ley ambas iniciativas
El pasado 5 de mayo, la Cámara de Diputados convirtió el ley el proyecto que establece un nuevo marco regulatorio para el cannabis medicinal y cáñamo industrial, con 155 votos afirmativos, 56 negativos y 19 abstenciones.
La iniciativa recibió el rechazo de parte de Juntos por el Cambio, la derecha liberal y miembros de otros interbloques.
La ley brinda un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementa la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis.
En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.Además, contempla también la creación de una agencia reguladora, que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas: la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame). Esa entidad tendrá autarquía técnica, funcional y financiera y orbitará en el ámbito Ministerio de Desarrollo Productivo.
Al momento de analizar las solicitudes de licencias para producir cannabis medicinal o industrial, la nueva agencia establecerá los requisitos y antecedentes que se solicitarán al peticionante, con el fin de «maximizar los controles destinados a prevenir actividades ilegales, incluyendo el lavado de activos».
Fuente MOL