
Cada 1° de agosto, los misioneros renuevan una de sus tradiciones más arraigadas: el ritual de beber caña con ruda para “espantar los males del invierno” y empezar el mes con energía y protección. La costumbre, extendida en toda la región guaranítica, se mantiene firme entre generaciones que valoran sus raíces culturales. Canal Doce dialogó con vecinos de Posadas, quienes expresaron el significado que esta práctica tiene en sus vidas.
Según la creencia popular, el consumo de tres a siete tragos en ayunas de esta bebida —que combina alcohol con la planta medicinal ruda— purifica el cuerpo, protege de enfermedades, limpia las malas energías y ayuda a “atraer lo bueno”.
“Es una creencia de nuestra zona. La caña con ruda alivia los pesares, la mala onda, la salud, todo lo que influya negativamente en la persona”, comentó un vecino.
El carácter ancestral de la tradición se repite en cada testimonio. Para muchos, el ritual protege y conecta con la historia familiar.
“Siempre tomamos por tradición. Desde mi abuela viene eso, así que cada año arrancamos el primero de agosto con siete tragos en ayunas para empezar bien el mes”, explicó otra persona.
Aunque algunos afirman que la practican de manera ocasional, casi todos reconocen su valor simbólico y cultural.
“No es solo por la superstición. Es una costumbre paraguaya y misionera que trajeron nuestros abuelos y que se fue quedando. Nos prepara para lo que se viene”, señaló otro participante.
La preparación suele hacerse en casa días antes, colocando ramas de ruda macho en una botella de caña fuerte (generalmente caña paraguaya) para dejarla macerar. Algunas familias incluso comparten el preparado con amigos o vecinos como gesto de protección colectiva.
“Mañana ya tenemos todo listo para tomarla. No es solo por la tradición, también valoramos nuestras raíces y eso no hay que perder”, dijo otro vecino.
En Misiones, esta práctica no solo se mantiene viva sino que además gana visibilidad en redes sociales, ferias artesanales y mercados locales, donde se comercializan botellas preparadas.
La caña con ruda representa mucho más que una costumbre. Es, para miles de personas en Posadas y el Litoral, un recordatorio de la sabiduría popular, la conexión con los ancestros y la fuerza de la cultura guaraní que atraviesa generaciones.
