
La Licenciada en Nutrición Gemima Baz (MP 410), quien también es cosmiatra y esteticista.
Al abordar el popular deseo de comer dulce antes de dormir, la especialista fue categórica:
“Es un hábito muy arraigado, especialmente en los argentinos. Si lo diferenciamos por género, muchas mujeres suelen necesitar el chocolate o algo dulce, mientras que muchos hombres buscan el alcohol los fines de semana. Es una costumbre, una cultura que se va instalando”.
Baz explicó que la adicción la genera el consumo de azúcar simple, pero el hábito se puede romper:
“Uno se vuelve adicto al azúcar simple te puedo asegurar que vos si haces el esfuerzo de tres semanas no consumir el helado de todas las noches, después el cuerpo se desacostumbra a eso”.
La nutricionista comenzó por desmontar el mito de que los hidratos de carbono engordan. Su principal función es otorgar energía y, por ello, deben estar siempre en el plato.
“La función principal de los hidratos de carbono es otorgar energía. No hay que sacar los hidratos de carbono porque me engordan, dicen las harinas, me engordan”.
Para la vida diaria, el secreto de una comida simple y sana está en la combinación, donde la proteína cumple un rol fundamental para compensar al hidrato de carbono.
“Hay que entender que el plato del día tiene que tener los nutrientes completos. El arroz me proporciona energía… Tiene que haber una proporción de proteínas. complementan a los hidratos de carbono”.
La especialista detalló que en un plato debe existir una porción de hidrato, una porción de proteína (carne magra o huevo) y los vegetales/fibra.
“El plus de la ensalada hace que no hay un aumento brusco de mi insulina… eso es lo importante, que la persona que llega a su caso o va a ir a comprar un almuerzo sepa que tiene que tener una porción magra… la porción de hidrato, que es sumamente importante y los vegetales”.
Otro punto esencial es la preparación de alimentos. Baz advierte que muchos platos saludables, como un guiso, se vuelven perjudiciales por la grasa de cocción.
“Es muy perjudicial el consumo del aceite. El tema es cuando agregamos el aceite, el chorrito de aceite que estamos incorporando grasa básicamente. Aumentan mucho las calorías del plato”.
Recomendó usar el aceite de oliva solo en crudo. Para rehogar o cocinar, sugiere alternativas simples:
“Con rocío vegetal o si no con agua. El aceite de oliva crudo es buenísimo, sí, pero todo el aceite que yo lo paso a cocción es tóxico para el organismo”.
La licenciada señaló que el ayuno intermitente es una «dieta de moda» que debe realizarse con mucha precaución y solo es apta para una minoría. La principal advertencia es la pérdida de músculo que genera en el cuerpo.
“Voy a necesitar romper proteínas de mi músculo, por ejemplo, y la voy a transformar en energía porque el cerebro funciona con glucosa”.
La pérdida de peso rápida no es grasa, sino músculo y agua:
“Lo último que perdemos en el cuerpo, porque el cuerpo tiene el mecanismo de ahorrar todo el tiempo grasa. Lo primero que perdemos es músculo, agua y después empezamos a perder grasa… Todo lo que sea agresivo es malo”.
Además, las dietas muy restrictivas llevan directamente al temido «atracón»:
“Me atraco. Seguramente después de hacer un ayuno y doce, el famoso atracón que ingiero tres veces más calorías de lo que yo necesito”.
Bas reconoció que el enfoque nutricional debe adaptarse a la realidad, desechando el rígido modelo de las «seis comidas».
Ahora a prioridad es la educación y la adaptación al presupuesto, no la restricción total o la compra de productos dietéticos caros:
“Es aprender y ayudarle a cocinar. Lo que yo voy hacer es restar un poquitito el valor calórico y el valor de grasa para adecuarnos siempre al bolsillo del argentino, sí o sí”.
De esta manera, la especialista insiste en que el problema es el exceso, no el alimento, permitiendo el disfrute social:
“Si yo porque salgo una noche y coma 2, 3 porciones de pizza no voy a engordar. La cantidad es lo que te hace un excedente calórico. Hace que subamos de peso”.
Fuente Misionesonline
